Hay muchos pecados que puedes cometer a la hora de hacer una película (o un libro, una canción y casi cualquier obra), pero el peor de todos es el aburrimiento. Ahora bien, cuando el director o el guionista se han esforzado para sorprenderte llega el siguiente riesgo: los spoilers. Pero aquí viene la sorpresa mayor: Dany Saadia explica por qué en una buena película el temible spoiler no mata el placer (ojo: no pasa con las series).
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Filmonauta #43 Un podcast (casi) sin espoilers