¿Quién dice que ir al cine siempre es un deleite? Todos hemos tenido esa necesidad de salir corriendo de la sala, cambiarle a la tele o romper en pedazos el reproductor de DVD… y se debe a esas películas malísimas y que no alcanzan ni la salvación de ser camp. Sin embargo, muchas de estas sofisticadas herramientas de tortura no sólo llegan a la pantalla, sino que meten millones y millones de dólares (y pesos) a la taquilla. Dany Saadia te explica cuáles son los mecanismos de defensa que activa el cerebro para protegerse de tales agresiones (¡y hasta llegar a gustarte!). Toma nota… para que nunca vuelvas a ser una víctima indefensa de la macabra publicidad…
Escucha Filmonauta La tortura de la butaca.